jueves, 29 de julio de 2010

Espuma de Mar (Parte I)

A Veces, Cuando Miro el Mar me Pierdo en Su Inmensidad. La Brisa Salada que Le Recorre y Ese Tranquilo Vaivén del Agua, Me Transmiten con Voz Callada la Historia que Alguna Vez Se Vivió a Sus Orillas... Casi Puedo Oir en el Eco del Tiempo el Mensaje Memorable que Ella Nos Dejó a Traves de la Historia...


Existió Una Vez... Cuando La Tierra y el Poder Aún Eran Movidos Por el Filo de la Espada, Un Caballero Dedicado en Cuerpo y Alma a Proteger los Ideales de Bondad, Justicia, Lealtad, Honor y Templanza... Era un Hombre Ejemplar, un Caballero Ideal. Sin Embargo, la Naturaleza Humana es Traicionera y Aún con Pruebas Tangibles y Una Vida Consagrada, Llega un Momento a Todo Hombre. Llega el Momento de Dudar; Un Punto en la Encrucijada de la Vida en que el Fallar y Dudar, Incluso Creer en un Ideal se Vuelve Complejo y Difícil...

... Es la Pérdida de Fé...

Este Caballero Había, Después de Haber Vencido Bandidos, Salvado Aldeas, Derrotado Demonios y Haber Participado en las Más Grandes, Épicas y Memorables Proesas; Había Decidido que Tal Vez No Tenía Caso o Algún Sentido Todo lo que Hacía. El Agradecimiento en los Ojos de Quien Salvaba Era Siempre Bien Recibido pero, Se Preguntaba si Tenía Algun Sentido. Por Cada Villano Vencido Aparecía Una Nueva Cofradía de Hombres Malvados. Por Cada Demonio Destruido Parecía que Surgían Directos de los Confines del Averno, Nuevos y Cada Vez Más Temibles y Malévolos Engendros de Odio. Por Cada Mal Deshecho y Por Cada Injusticia Extinguida Aparecía Más y Más Desigualdad, Ira, Dolor, Odio y Misería para la Humanidad. A Cada Lugar a Donde Iba y en Cada Rincón de Pueblo o Ciudad, Grande o Pequeña... los Horrores Más Bajos y Temibles de la Naturaleza Humana Estaban Presentes para Torturarle y Mostrar que Sus Esfuerzos por Más Herócios que Fueran, Eran Inútiles. Esto Parecía No Tener Fin.


Harto, Fastidiado y Desilucionado Decidió Deponer las Armas. ¿Para que Continuar Una Lucha Interminable? ¿Para que Mantenerse en Pie de Guerra para una Causa Perdida? ¿Para que Seguir un Camino sin Destino, Una Existencia Sin Paz o una Vida Sin Amor Estable?. Había Salvado Cientos de Damiselas y Sin Embargo Nunca Había Amado... Abatido y Afligido Renunció a su Espada Enfundandola y Guardandola Como un Recuerdo de Sus Glorias Pasadas, Tiró el Yelmo por el Camino al Andar en Retirada y Quitó la Silla a Su Corcel Mientras Éste le Miraba con Tristeza. Sir Caballero Habia Tomado la Decisión de Retirarse a un Lugar Tranquilo Donde el Dolor y Muerte, los Gritos Clamantes de Ayuda y Ahogados en Angustia No se Escucharan Más... Donde la Desesperación no le Tocara; Había Pues, Decidido Aislarse en una Playa Antigua que Por Casualidad Conoció Viajando Por una Tierra Distante Hace un Largo Tiempo.


Un Hombre sin Inspiración, Un Caballero Sin Ideal; No Puede hacer Otra Cosa que Pasar sus Días en Retiro Contemplando el Mar y tratando de Disfrutar el Poco Aliento de Vida que le Resta Sin Aspiración Más Grande Que Esperar el Encuentro Final con la Muerte, Con la Única Añoranza de Que Su Partida Sea Tranquila y en Santa Paz. En Algunas Ocasiones Algún Viajero o Algún Enviado le Encontraba y, Dado que su Fama y Reputación le Precedían; Siempre le Requerían Su Ayuda. A lo Cual, Él Simplemente Contestaba Con Negativas Evitando Todo Contacto. Un Hombre sin Fé es el Peor de los Enemigos pues, Antes de Luchar o Derrotar al Más Temible de los Monstruos; Debe Vencerse a Sí Mismo en una Lucha sin Cuartel, en un Combate Más Grande Tal Vez... Que la Vida Misma.


Una Tarde Caminando por la Playa Mientras Hacía su Red a la Mar; Cerca de un Peñasco Donde las Olas Rompen en Estrepitosos Crujidos y Pierden sus Formas, Vió algo Entre la Espuma del Mar. Una Silueta Delicada se Movía Entre el Agua Brava y los Peñascos Afilados. Alarmado y Tal Vez Impulsado por las Glorias de Antaño, Corrió a Toda Prisa para Salvar a Tan Desdichada Creatura... Ingrata Fue Su Sorpresa al Descubrir con Poco Asombro que se Trataba de un Mascarón de Proa Perdido entre las Aguas, Flotando a la Deriva... Confundiendolo... Al Darse Cuenta de Esto, Entendió que Sólo había Sido un Espejismo del Pasado, De Ese en que el Rescatar Princesas en Peligro era Cosa Rutinaria. Pensando en Esto, Retornó a sus Labores Diarias Considerando que Habia Sido una Tonteria y Una Perdida de Tiempo...

No Fue Así para la Estrella Matutina que en lo Alto del Firmamento Contemplaba la Escena Con Asombro y Curiosidad... Comprendió Perfectamente lo que Pasaba por el Corazón del Caballero. Sorprendida, Admiraba lo Ocurrido y esque... Desde El Incio de los Tiempos del Hombre, Ella Les Había Observado en la Distancia y Desde Siempre Había Vivido Ilusionada por la Humanidad Aunque, Desde Su Sitio, Siempre Veía el Sufrimiento y Desgracia que También Son Capaces de Crear los Humanos en Nombre de Cualquier Tonteria. El Astro Refulgente Pensaba que la Verdadera Tonteria Era que Un Hombre tan Valiente, Un Caballero Tan Completo... Se Oxidara en Aquella Playa Cuando el Mundo se Podría en Miseria y a Gritos le Necesitaba...


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